unas flores de cerezo
y algunas palabras que se van
perdiendo de a poco tu nombre.
Que el silencio grita, lo descubrí anoche
y a veces hace tanto ruido que puede enloquecerte.
Una mañana desde la ventana verde,
una tarde de revoluciones, atrayendo verdades crudas.
Y mi boca rota,de tanto no decir,
y un par de brazos que ya no calman.
Cuánto cuesta
el dolor ,
es que nunca sabremos cómo estaremos la próxima tormenta.
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