17 de junio de 2010

Extracto

El hombre no debe poder ver su propia cara.

Eso es lo más terrible que hay. La naturaleza le ha concedido el don de no poder verla, así como el de no poder mirar a sus propios ojos.

Sólo en el agua de los ríos y de los lagos podía mirar su rostro. Y la postura, incluso, que tenía que adoptar era simbólica. Tenía que inclinarse, que rebajarse para cometer la ignominia de verse.

El creador del espejo envenenó al alma humana.

3 comentarios:

Martín dijo...

de dnd es esto?

Mathilda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mathilda dijo...

"LIBRO DEL DESASOSIEGO"